22 de febrero de 2010

Inhumano, demasiado inhumano

Inhumano, todo me sabe a inhumano.
El amor a los niños, la piedad por el que sufre
Las heridas de los otros, las palabras vacías
De los que mienten para llenarse de olor a azufre.
El mundo gira y no para. Los hombres no giran ni paran.
olvidan, el terrible dolor de detenerse
y respirar el mundo que nace bajo los pies.
El sabor que esconde
un segundo al contemplar el amanecer
Se pierden lo profundo, de encontrar
en los ojos del que ama, en la voz y en la piel.
El mundo no se hace humano, ni siquiera con voz de mujer.
El sabor es rápido, también lo es el placer.
Aquí, ya, ahora y ¡plaf! todo paso de moda.
Las miradas al pasado se pierden en un cuento,
se dejan seducir por lo violento sin razón.
Se quejan del muerto que paso, y si no mueren
claman para que no se contagie su dolor.
Inhumano, todo parece inhumano.
Ay de lo infeliz de caer en la desesperación.
Es que el mundo se ha vuelto
Inhumano, demasiado inhumano.

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